26 nov 2008

INSEGURIDAD VIAL: ¿QUIEN ES EL RESPONSABLE?

Ante tantos graves y reiterados accidentes de tránsito con lamentables saldos de personas fallecidas y lesionadas con que comenzó el corriente año en la Argentina, nos proponemos exponer la problemática cuestión de la trilogía que componen la ansiada seguridad vial (conductor-vehículo-vía) analizando el rol que desempeña cada uno de dichos factores en la realidad del tránsito y su incidencia directa en el equilibrio o desequilibrio del sistema viario. Nos encontramos con:

De las trs piezas que integran la seguridad vial la que más se ha modernizado tecnológicamente es sin dudas la industria automotriz (no obstante el Estado debe impedir la circulación de los vehículos que no reúnan las condiciones de seguridad).

Pero en comparación con los otros dos componentes (conductor y vía) no podemos decir que estén acompañando el progreso del automotor, todo lo contrario, el parque automotor ha aumentado considerablemente, siendo más veloces y en contraste con ello, tanto conductores como las vías no están adaptados para hacer uso y contener en condiciones de seguridad vial dicha potencia.

En nuestro país hace tiempo se rompió la relación que debe existir entre el automóvil y la carretera. En ese sentido basta señalar una notable relación reciproca entre la carretera y el grado de desarrollo socio-cultural y económico de una nación. El Consejo Europeo de Ministros afirmó que “Cada país tiene el número de muertos en accidentes de tránsito que está dispuesto a tolerar”.

Se parte que el 95% de los accidentes de tránsito son causados por fallas humanas, cuando en realidad un número importante de errores de los conductores son provocados por el defectuoso diseño de las calles y carreteras (o falta de señalización adecuada). Es decir, no se analiza la causa que sustenta la realidad del porcentaje indicado. Dijo el científico Albert Einstein: “Lo malo no es sólo que haya accidentes de tránsito, sino lo poco que sabemos de por qué se producen y lo poco que hacemos para evitarlos”. En materia de responsabilidad civil, nadie puede liberarse de responsabilidad si el daño fue causado por su propia culpa, mientras que la parte incumplidora no podrá exigir a la otra que cumpla con la prestación a su cargo, si previamente no hace lo propio con la obligación asumida. Entonces nos preguntamos: ¿Es justo considerar único responsable, siempre y en forma automática, al conductor por los accidentes de tránsito que le toque protagonizar? ¿El Estado u organismo vial competente, encargado del mantenimiento o conservación de los caminos y su correspondiente señalización, no debe cumplir previamente con las obligaciones a su cargo? ¿Así como el Estado se ocupa de velar por la seguridad personal de los ciudadanos, no debe involucrarse activamente en la seguridad vial de circulación terrestre? (el ingenio popular diría: ¿Qué está primero: el huevo o la gallina?).

Si bien el Estado como máxima autoridad en materia de tránsito debe incluir la educación vial en los niveles de enseñanza también debe sancionar enérgicamente a los infractores de tránsito mediante la aplicación de multas y condenas penales de cumplimiento efectivo en casos de graves consecuencias, con ello solo no alcanza para la prevención sino que debe cumplimentar su actividad estatal con una política urgente de construcción y mejoramiento de la red vial, dotada de todos los elementos de seguridad para tratar de evitar accidentes o por lo menos reducirlos.

Es conveniente que el Estado u organismo vial competente cumpla con las obligaciones a su cargo en materia de seguridad vial, que sólo limitarse a descargar toda su potestad sancionadora sobre los conductores luego de ocurrido el accidente de tránsito. Debe tenerse en cuenta que la seguridad vial va de la mano de la prevención y se logra mediante medidas y dispositivos adecuados por parte del Gobierno.

Conforme a lo desarrollado, teniendo en cuenta el contexto socio-cultural y económico en el que se encuentra nuestro país con la relación temática analizada y el impacto creciente de muertos y lesionados por accidentes, estamos convencidos que debe otorgarse un papel preponderante al mejoramiento de autopistas y carreteras como elemento equilibrado de la anhelada seguridad vial.

Sería la fórmula que tiene el Estado para indultar los conductores que cometen faltas por ignorancia o malicia contra las normativas de tránsito, que aún tienen la suerte de recorrer los caminos de la patria y al mismo tiempo reconstruir la confianza en el sistema y los lazos dañados con la sociedad por la abundante sangre derramada de los que no están.

LES RECUERDO QUE ESTA PAGINA SE ACTUALIZARÁ A PARTIR DEL 1RO DE DICIEMBRE, LOS LUNES, MIERCOLES Y VIERNES.

MUCHAS GRACIAS.

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